La cirugía bariátrica consiste en reducir el tamaño del estómago, asociado o no, a un procedimiento que impida la absorción de algunos nutrientes, ya sea de forma convencional (cirugía abierta) o por vía laparoscópica, ampliando los beneficios de una cirugía mínimamente invasiva. Su práctica cada vez es más frecuente para tratar la obesidad mórbida.
Es un conjunto de técnicas y procedimientos quirúrgicos empleados para tratar la Obesidad, buscando la disminución del peso corporal mediante ciertas modificaciones que se realizan a nivel del aparato gastro intestinal. El término “bariátrica” deriva de la palabra griega “baros”, que significa “peso”, y de “iatrein”, que significa “tratamiento”.
Esta cirugía no es “Cirugía Endocrina” porque las glándulas de secreción interna (como tiroides, paratiroides, páncreas, y suprarrenales) ni están enfermas, ni se opera sobre ellas. Tampoco es, ni debe considerarse, como una “Cirugía Estética o Cosmética”, pues el fin de esta cirugía es hacer perder peso para evitar las complicaciones de la obesidad y no resecar grasa y piel o aspirar la grasa. Los beneficios estéticos son importantes pero son secundarios en esta cirugía.
Entre las técnicas más comúnmente realizadas tenemos la gastrectomía vertical o manga gástrica, la colocación de banda gástrica ajustable y el bypass gástrico, que es la cirugía bariátrica y metabólica por excelencia.
La cirugía bariátrica es segura y presenta una alternativa confiable al tratamiento de la obesidad, demostrando la pérdida de peso sostenida en el tiempo.
La cirugía bariátrica está indicada en pacientes entre 15 y 65 años de edad. Los pacientes que tengan un Índice de obesidad (IMC), superior a 40, son candidatos a la cirugía para mejorar su calidad de vida, evitar complicaciones y una muerte prematura.
También, está indicada la cirugía en pacientes con un IMC entre 35 y 40, si tiene alto riesgo o padecen una co-morbilidad o enfermedad producto de la obesidad.
El fallo repetido con tratamientos médicos y dietas es una razón obvia para la cirugía. Algunos candidatos a la cirugía son tan obesos y con tan mala salud, que tiene que ser hospitalizados y tratados antes para mejorarles su riesgo operatorio.
La opción de la cirugía, se debe ofrecer a los pacientes bien informados, motivados, que deseen fervientemente un cambio en su peso, estilo de vida y que tengan un riesgo operatorio aceptable. El paciente debe aceptar controles y seguimiento después de la operación, que debe ser de por vida.
En cada caso se deben sopesar los riesgos y los beneficios de la cirugía. Ante todo, la cirugía se debe considerar como un método destinado a aliviar una enfermedad que debilita a quien la sufre.
La cirugía bariátrica se considera cirugía mayor, y cada procedimiento conlleva ciertos riesgos inherentes.
En la actualidad, gracias a la cirugía de mínima invasión, la cirugía bariátrica presenta bajos porcentajes de complicaciones, siempre y cuando el grupo médico cuente con la experiencia y el entrenamiento necesarios, y el lugar en donde se realice cuente con toda la infraestructura necesaria para atender adecuadamente a pacientes de alto riesgo y con necesidades especiales.
En términos generales, además de los riesgos y complicaciones comunes a todo tratamiento quirúrgico de alta complejidad, los que pudieran presentarse son:
- Vómitos (causados por comer en exceso).
- Sangrado de la línea de grapas.
- Rotura de la línea de grapado (y posible derrame de ácidos gástricos).
- Dehiscencia de sutura.
- Úlceras.
- Distensión del reservorio gástrico con reganancia de peso a largo plazo.
- Deficiencias nutricionales que pueden producir anemia u osteoporosis.
Sin embargo, estas complicaciones como ya he dicho se presentan en un porcentaje muy bajo y disminuyen en relación con la experiencia del equipo quirúrgico.
En Ciudad Guayana, para los pacientes obesos que deseen mayor información pueden acudir a mi consulta en la Clínica Humana, consultorio 25 de lunes a viernes de 3 a 6 pm, también pueden consultar la página web www.angelromerocirujano.com
Somos un equipo en la zona dedicado al manejo integral del paciente obeso, somos un equipo multidisciplinario donde todos estamos convencidos de que el tratamiento definitivo para la obesidad mórbida es la cirugía.
Contamos con un equipo de especialistas entrenados y altamente capacitados en el tratamiento de la obesidad y otros trastornos metabólicos a través de cirugía laparoscopia, además contamos con el apoyo de nutricionistas bariátricos, entrenados en el tratamiento pre-quirúrgico y post -quirúrgico del paciente obeso, Médicos Psiquiatras especializados en esta área, Instrumentistas laparoscópicos también entrenados para el manejo del paciente dentro del quirófano, así como anestesiólogos especializados en Cirugía Bariátrica, entre otros colaboradores.
Este punto depende de cada paciente y del tipo de cirugía realizado. La mayoría de los pacientes son dados de alta a los 3 días posteriores a la cirugía. Se recomienda guardar un reposo relativo durante por lo menos 2 semanas, evitando conducir un auto o realizar actividad física excesiva. Después de estas dos semanas, la mayoría de los pacientes logra reincorporarse adecuadamente a sus actividades cotidianas.
La cantidad real de peso que pierde un paciente después del procedimiento, depende de varios factores entre los cuales se encuentran:
- La edad del paciente.
- Su peso antes de la cirugía.
- La condición general de salud del paciente.
- El procedimiento quirúrgico.
- La capacidad del paciente para hacer ejercicio.
- Su compromiso de seguir y mantener las indicaciones sobre la dieta y otros cuidados de seguimiento.
- La motivación del paciente y la cooperación de su familia, sus amigos y relacionados.
En general, se define como éxito en una cirugía bariátrica, el control o curación de las comorbilidades, el lograr una pérdida del exceso de peso, de por lo menos un 50% o más y mantener este nivel por lo menos cinco años. Los datos clínicos varían según cada uno de los diferentes procedimientos. Los resultados también pueden cambiar según cada cirujano.
Estudios clínicos revelan que, en el post-operatorio, la mayoría de los pacientes pierden peso rápidamente y continúan haciéndolo hasta entre 18 y 24 meses después del procedimiento. En los seis primeros meses, los pacientes pueden perder entre 30% y 50% de su sobre peso, e incluso 70% a 80% del exceso de peso a los 12 meses después de la cirugía.
Un estudio realizado en 500 pacientes mostró que, el 96% de ciertas enfermedades asociadas que se estudiaron (dolor de espalda, apnea del sueño, hipertensión arterial, diabetes y depresión), se mejoraron o se curaron. Por ejemplo, muchos pacientes con diabetes tipo II, aunque mostraron una menor reducción global de sobrepeso, resolvieron de modo excelente su condición diabética, al punto que su necesidad de continuar con el medicamento, fue muy leve o ninguna.